Guardianas de los niños
En los pasillos del Hospital del Niño de San Borja, se oyen llantos de niños y algunos gritos pidiendo la presencia de sus padres. Son gritos de niños que han sido contagiados de coronavirus (COVID-19) y tienen que llevar un riguroso tratamiento mientras se recuperan del virus. Algunos incluso han salido después de largas semanas en cuidados intensivos. Pese a que la presencia de los padres de estos niños es clave para la recuperación de estos niños, por protocolos de bioseguridad no pueden estar presente, pues también se contagiarían con el virus.
Las enfermeras pediátricas, quienes fueron llamadas «Guardianas de los niños» por su gran labor durante la pandemia, son de gran importancia en esta área, pues son quienes brindan asistencia a los niños. Más allá de la asistencia en cuanto a salud, muchas veces tienen que cumplir el rol de madres de los niños. Los escuchan cuando se sienten tristes, les leen cuentos, los abrazan cuando lo necesitan y los distraen del mal momento por el que vienen pasando.
Las guardianas cuidan de los niños en largas y agitadas jornadas, con toda la vocación de servicio que requiere el objetivo: salvar a los niños.